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27 de Septiembre
Quizás tomarte una selfie sexy y enviarla a tu chico, lo veas como una forma divertida de mantener viva tu relación y dar un poco de creatividad a las conversaciones por WhatsApp o redes sociales, sin embargo la práctica del sexting va más allá de la intención en tener un momento divertido con tu pareja, puesto que en ocasiones las consecuencias del sexting pueden ser mayores de lo que crees.
El sexting se refiere al envío de fotos, videos, archivos de voz o mensajes de texto, con contenido erótico y sexual por medio de dispositivos móviles o computadores. Su nombre se da por dos palabras en inglés, sex (sexo) y texting (mensajes de texto), que forman la palabra sexting.
Seguro alguna vez has enviado un mensaje de texto “subidito de tono” con frases que no le dirías a tu chico en persona ¿Mmm, o sí? por ejemplo, digamos que te encuentras en pijama y le dices a tu pareja que tienes un conjunto muy sexy para “poner a volar su imaginación” y así sumas picardía a la conversación. Pues bien, cuando la práctica del sexting inició, se hacía así, por medio de mensajes de texto, y aunque todavía se usan, recurrir a fotografías o videos es mucho más común.
Pero ¡Ten cuidado! no vaya a hacer que en medio de esas conversaciones, envíes las fotografías o videos al contacto equivocado, como por ejemplo tu papá, jefe o conocidos ¡OMG que preocupación! porque luego de enviado, este contenido se sale de tu control.
Te contamos que son cada vez más las personas que hacen sexting, principalmente los adultos, pero no es exclusiva de ellos, ya que los niños y adolescentes también lo practican, y son estos los más vulnerables frente a las consecuencias del sexting, como por ejemplo el ciberacoso o la pornografía infantil en internet.
El sexting se diferencia de otras prácticas como el gossiping o petting por las siguientes características:
Es voluntario, es decir, los mensajes de texto, las fotografías o videos son creados y enviados principalmente por ti.
Las fotografías y videos tiene un toque muy picante y sexual, tanto que las poses o acciones, muestran y describen actividades sexuales. Comúnmente el protagonista está desnudo o semidesnudo ¡Aquí la cosa se pone bastante intensa!
La cámara del celular o computador es la herramienta favorita, por que para hacer las grabaciones o llenar tu álbum de fotos con poses sexys, la cámara de los dispositivos móviles es la primera opción.
La práctica del sexting no es un problema de seguridad en sí mismo, sino una práctica de riesgo. Podría suceder que tienes muchas fotos en tu celular, y no se las hayas compartido a nadie, pero si te roban o se pierde tu celular, la privacidad estaría en riesgo, y aunque no seas tu quien practique el sexting, si esas fotos se hacen públicas se podrían considerar como tal.
Conocer las consecuencias del sexting, nos ayuda a tomar decisiones por si lo queremos practicar, y de ser así ya seremos nosotras quienes definamos con quién, cómo y cuándo hacerlo. O por el contrario, no ayudará a tomar medidas para evitar y orientar a los demás sobre la práctica del sexting.
¡Recuerda! al compartir fotografías o videos sexuales, pierdes el control de la privacidad, porque una vez enviados corres el riesgo de que sean publicados en diferentes partes, como redes sociales o si eres menor, en páginas de pornografía infantil en internet ¿Te imaginas que por un momento divertido, termines en una página web y ni siquiera lo sepas?
Sí llega a manos de personas indelicadas, te expones al ciberacoso, es decir, que puedes sufrir la humillación y el acoso sexual en redes sociales, mientras otras personas te señalan y lastiman por tus decisiones.
Hay adultos muy malos que ocultan su identidad en las redes sociales, para crear lazos de amistad con niñas o adolescentes, donde buscan ganar su confianza y amistad para obtener la satisfacción sexual. Eso suena como de películas ¿cierto? pero sucede en la vida real. A esto lo llamamos grooming, y lo que hace tu supuesto amigo de facebook es pedirte fotografías o videos donde estés desnuda o en otra situación sexual para luego chantajearte y obligarte a tener relaciones sexuales a cambio de no contar lo sucedido.
Aunque no seas tú quien haga sexting, puede suceder que estés en grupo de redes sociales o WhatsApp con tus amigos, donde comparten este tipo de contenido y a la vez tu los compartas con otros. ¿Te has puesto a pensar si las personas de esas fotografías o videos saben que su contenido está siendo compartido en la web? ¿Y que tal que fueras tú quién está en esa situación? Nosotras te recomendamos que mejor elimines estas fotografías o videos, y si es de alguien que conoces, se lo cuentes inmediatamente para que tome acciones frente a la situación.
No siempre sucede lo que te contamos anteriormente, pero si decides hacer sexting, está siempre súper segura de que la otra persona sea de mucha confianza y asegúrate que no utilizará este contenido para cometer delitos como el chantaje. Ponte a pensar que en alguna discusión, pelea o conflicto decide divulgarlo entre sus contactos o en internet, y así tus fotografías o videos terminarán en la web o llegarán a las personas incorrectas, poniendo en riesgo tu intimidad, tu cuerpo y tu sexualidad.
Antes de compartir audios, fotografías o videos, recuerda que la palabra ¡No! también es una respuesta y si no te sientes súper segura de hacerlo, no deberías ceder ante la presión. Tu eres responsable y autónoma de todo lo que compartes en las redes sociales e internet.
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