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30 de Agosto
Si de sueños, metas y proyectos se trata, es normal que el bombillito de nuestra cabeza se encienda y traiga consigo una ráfaga de ideas que solemos escribir en un cuaderno o plasmar en un mapa de sueños, generalmente, cuando iniciamos un año nuevo. Sin embargo, algunos de ellos se nos quedan en el camino y terminan siendo como las promesas de nuestro ex: efímeras. Pero ¿hay algo de malo en esto? ¿Se acaba el mundo si el proyecto se toma unos meses más de lo esperado? ¿Deberíamos dejar de planear tanto y vivir más? Aquí te lo contamos.
Desde pequeñas las metas y los sueños han estado presentes en nuestra vida, bien sea de una manera consciente o no, nunca se han ido; pasar el año escolar con todo aprobado o conocer Disney, son los dos mejores ejemplos de las metas que quizá nos trazábamos años atrás.
Saber cómo cumplir mis metas es importante por dos cosas y una de ellas ya nos las dijo Shakira: parece imposible conocer un “hombre sin sueños”, pues los sueños, las metas y los proyectos, hacen parte de una motivación que, como su nombre lo dice, nos mueven en el día a día, nos regalan un por qué mientras encontramos el para qué y nos hacen esforzarnos para tener un mejor futuro.
Hoy en día los proyectos han cambiado y las redes sociales suelen motivarnos, pues están llenas de personas que comparten sus deseos y sueños más íntimos con la frase de: “si yo puedo, tú también”. Y aunque esto último se los agradecemos, siempre hemos tenido claro que, si queremos, podemos comernos el mundo, lo importante aquí es al menos tener una noción de a dónde queremos llegar, para así salir un poco del modo avión en el que la rutina nos puede tener.
Esta pregunta la queremos poner sobre la mesa y es porque nunca sale de los demás, sino que viene siempre de nosotras mismas, cuando nos olvidamos de lo que hemos logrado y nos enfocamos solo a mirar lo que nos hace falta.
Así que la próxima vez que te encuentres en un juicio contigo misma, piensa en que no vas tarde a ningún lado, pues tú eres quién pone tus propios tiempos y puedes jugar con ellos. Además, las metas suelen cambiar tanto como nosotras, lo cual hace parte del ir y venir natural del universo. El juzgarte solo traerá consigo un sentimiento de culpa que, al final del día, mes o año, será el responsable de que tus metas no sean alcanzables.
Nosotras difícilmente podremos trazarnos metas y objetivos alcanzables si seguimos creyendo que estas son “del mismo modo en el sentido contrario”, como dirían por ahí. No significan lo mismo, de hecho, una es el complemento perfecto de la otra.
Si la RAE nos pidiera definirlas, diríamos que las metas y objetivos serían nuestro propio yin y yang, pues una meta es el paso que damos diariamente o a corto plazo, para lograr un objetivo mayor. Todas las grandes ideas o proyectos que hoy admiramos son el resultado de pequeñas metas que empezaron en una habitación, en un Año Nuevo o en una salida con amigas… Nadie ha corrido sin antes haber aprendido a caminar.
¡Ahora sí! Después nuestra reflexión sobre la vida, aquí viene lo que nos gusta, el plan de acción para que dejes de googlear cómo cumplir mis metas y empieces a buscar qué hacer cuando ya he cumplido todas mis metas.
Aunque mereces vivir tocando las estrellas por ser una de ellas, vamos a necesitar que nos centremos e identifiquemos el lugar en el que hoy estamos y así tener claro lo que necesitamos para llegar a un punto futuro.
Más allá de tu crush, es momento de pensar en todo aquello que nos dan ganas de despertarnos cada mañana. No importa si estudias números y sueñas con ser bailarina profesional en París, lo bonito de los objetivos es que no tienen reglas, simplemente unos tomarán un poco más de tiempo que otros.
Diseña un plan de acción con pequeñas metas que te ayudarán a llegar a un objetivo en el futuro. Puedes empezar desde la más pequeña hasta la más grande, esto te ayudará a saber qué necesitas hacer a corto, mediano y largo plazo.
No todos los días vas a ser productiva, pero todos los días sí puedes ser disciplinada. Añade a tu rutina ejercicios de respiración y meditación que te ayuden a tener una energía mucho más positiva sin llegar a extremos tóxicos, pero sí teniendo claro que de lo difícil también nacen cosas bonitas. Si no nos crees, mira como Shakira y Karol G han sacado los mejores himnos en honor a sus tusas más difíciles.
Determina un periodo para analizar los resultados que has tenido y así poder identificar qué te falta. Si lo crees necesario, puedes agendarte en el calendario o poner un recordatorio, como si se tratase de una entrega de informes en el colegio o una reunión con tu jefe a la cual no puedes dejar de asistir.
Ningún proceso en la vida es lineal y la disciplina también puede hacer un equipo perfecto con el disfrutarse cada paso, puedes compartir estos objetivos con tu familia, amigos y pareja e ir a tu propio ritmo sin una maleta llena de culpas.
Sí, ¡es cierto! La constancia es importante, pues de aquí es de donde nacen los grandes hábitos. Sin embargo, Nosotras nos atreveríamos a decir que una de las claves del éxito para alcanzar nuestras metas y objetivos es realmente enamorarse de ellos; si se pierden en el camino es porque quizá no vibran con nuestro propósito de vida. Así que el momento para replantear tus sueños y deseos es este, escríbelos, visualízalos, pero sobre todo, ve a tu ritmo, que no hay nadie adelante o atrás.
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