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15 de Marzo
La gratitud es un principio que te impulsa a valorar el beneficio que recibes de una persona.
Muchas personas aprenden a ser agradecidos por la crianza en su núcleo familiar, a otros se lo ha inculcado en algún grupo espiritual, en mi opinión, el más impactante de todos es aquel que lo aprende por otros, el que se contagia en la fila de la cafetería o en la puerta del banco.
Si un simple gracias conmueve a alguien para comenzar a crear una diferencia en su vida, imagínese lo que hará cuando descubra que la gratitud se puede expandir por medio de acciones.
Ser agradecido de corazón te enseña a empatizar con la desventaja de otros, aprendes a valorar lo que pensabas insignificante y a apreciar lo que otros hacen por ti desinteresadamente.
La gratitud ayuda a mejorar lazos sociales, incrementa el optimismo y te motiva a superarte.
La gratitud sana el cuerpo, regula tus emociones y nutre el alma. simplemente llena la vida de bendiciones.
No funciona comenzar a ser agradecidos solo para querer confirmar o negar lo que estipulo, ser agradecidos debe nacer en lo profundo del corazón para querer bendecir a otros sin pensar en que atraerás próximamente.
No recibirás un premio cada vez que digas gracias, pero la vida premia a largo plazo, ganarás lo que deseas, lo que le deseas a los demás, pero primero llega lo que necesitas.
Ser agradecido también implica aceptar que lo que llega es necesario, aunque sea una agria situación.
No mires las circunstancias de la vida, mira lo que permanece y lo que habrá luego de ella.
Simplemente… agradece.
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