Prevención del suicidio

NOSOTRAS NOS CUIDAMOS: FOMENTO Y PROTECCIÓN DE LA VIDA

Volver a

En momentos de tristeza... recuerda que...¡la vida es como un tobogán!

Y es que hay días en los cuales encontramos rutas tranquilas que nos hacen vivir momentos felices, pues sentimos que las cosas nos salen muy bien y disfrutamos de una gratificante paz y tranquilidad con nosotros mismos y con los demás.

Sin embargo, como en todo tobogán, también encontramos rutas difíciles en donde los problemas parecen multiplicarse, y nos sentimos cansados, agobiados y, en muchas ocasiones, con muy poco ánimo para seguir adelante, para seguir luchando.

Así que...cuando el tobogán este en la parte más alta ¡disfruta de la vista!, ¡levanta los brazos y siente la brisa, riéndote con ella! Estos recuerdos serán muy importantes para cuando el tobogán tenga algunas bajadas o curvas estresantes, o sientas que se sacude fuertemente.

Y claro…es posible que en esos momentos difíciles pienses cosas como "no voy a ser capaz con esto", " no vale la pena seguir intentándolo", "soy un fracaso" o "estoy completamente sola, y nadie podrá entenderme". También es posible que cambies tus hábitos comiendo menos de lo habitual, durmiendo mal o delejando u poco de lado tu cuidado personal. Si...cuando el tobogán está bajando...todo esto puede pasar.

¿Pero sabes qué?

En nosotras nos cuidamos, y por eso queremos ofrecerte algunas sencillas estrategias que, estamos seguras, te ayudarán a superar de una mejor manera aquellos momentos o situaciones que te causan malestar, regalándote una ruta que te lleve por caminos más tranquilos.

Te invitamos a que incluyas estas recomendaciones en tu día a día, de una manera consciente y repitiéndolas de manera frecuente. Nosotras estamos seguras de que te van a ayudar a estar mejor:

Cuando estés conversando con otras personas, o pensando para ti misma, evita expresiones tales como "siempre", "nunca" o "jamás", pues ellas te llevan a que veas solamente una cara de la moneda, generando la sensación de que las cosas son así, y no pueden cambiar. En vez de ello, incluye en tu lenguaje pensamientos y palabras como " en ocasiones ", " es frecuente que" o "muchas veces". Estamos seguras de que ellas te ayudarán a ver los problemas de una manera diferente, abriéndole la puerta a múltiples alternativas de solución.

De igual manera, ten mucho cuidado en las formas como te refieres a ti misma. Frases como "soy lo peor", "sé que nunca seré capaz" o "nunca podré gustarle a alguien", puede ser dichas o pensadas muy frecuentemente, sobre todo cuando nos sentimos muy tristes, abatidos o impotentes. No obstante, ellas no te ayudarán a regresar a la ruta tranquila del tobogán pues tan sólo generan movimientos bruscos y sacudidas. Por tal motivo, trata de reemplazar aquellas frases por otras como "si...hoy me siento mal conmigo misma, pero mañana será otro día", "siento que es una tarea muy difícil para mí, pero lo intentaré cuando me sienta más fuerte" o "a mí también me gustan algunas personas, pero otras no tanto". A medida que las utilices, podrás sentir que la perspectiva que tienes de ti y de cómo te ven los otros tendrá algunos cambios positivos, ayudándote a que la ruta sea un poco más tranquila y llevadera.

¡Ah! Pero nosotras también pensamos en aquellas cosas que tú haces en tu vida cotidiana, y como a través de ellas podríamos ayudarte a estar mejor:

Imagínate que uno de los asuntos que le da mayor estabilidad y tranquilidad a nuestras vidas, es el establecimiento y mantenimiento de pequeña rutinas en el día a día a través de las cuales cuidamos de nosotros mismos - y también de los demás -. Ellas no son más que pequeñas actividades, que si bien pueden parecernos detalles, son muy importantes para alcanzar nuestro bienestar. De esta manera... conservar los hábitos de higiene que siempre has tenido, cómo lavarte los dientes después de cada comida, o ducharte al levantarte en la mañana, maquillarte todos los días en las formas que a ti te gusta, o buscar aquellas ropas que te hacen sentir bien y muy cómoda, incluso cuando vayas a quedarte dentro de casa, van a marcar una gran diferencia en la forma cómo te sientes, cómo vives la ruta de tu vida. Por eso te invitamos a que, en caso de que algunas de estas rutinas se hayan ido de tu cotidianeidad, trata de recuperarlas de una manera lenta pero progresiva, incorporando una rutina cada 3 o 4 días. Nosotras sabemos que serán de mucha ayuda.

Finalmente, Nosotras queremos animarte a que busques ayuda cuando te sientas mal. Todos tenemos situaciones muy difíciles en el tobogán de nuestras vidas, y por ello no debes sentir pena o vergüenza de contarles a otras personas aquello que te pasa. Sí... Nosotras te decimos ¡pide ayuda!, es importante, y tú mereces ser escuchada.

Pero... preguntarás, ¿con quién puedo hablar?

El primer lugar al que puedes recurrir son aquellas personas a quienes sientes cercanas en tu vida, como un familiar, tu pareja o un amigo. También puedes pensar en un religioso o, en caso de que sientas una necesidad muy fuerte por hablar, puedes acudir a las que es muchos países se llaman “las líneas amigas”, que son números telefónicos en los que una persona te atenderá con gusto y ayudará para que puedas disminuir tu tristeza, dolor, o ansiedad. Te invitamos a que busques en internet estas líneas amigas y tengas su número cerca.

Nosotras esperamos que estas estrategias puedan serte de mucha ayuda en aquellos momentos en los cuales estés viviendo situaciones difíciles, o con mucho malestar. Recuerda siempre que ¡Justo después del anochecer más oscuro, llega la mañana más brillante!

Déjanos tus comentarios