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9 de Noviembre
Cuando hablamos de depresión las personas tienen dos actitudes: ignorarlo o pensar que se trata de una emoción intensificada como la tristeza. Sin embargo, la depresión es realmente una enfermedad que puede o no ser desencadenada por una situación específica que afecta a la persona, como la pérdida de un ser querido, separación, cambio de ciudad, etc.
Las personas no reconocen sus síntomas y lastimosamente cuando no es tratada a tiempo puede terminar en auto lesiones o incluso en suicidios. Algunos síntomas son: cambios de apetito, alteración en el ciclo del sueño, pérdida de interés en actividades que antes nos gustaban, cansancio y facilidad para llorar.
No todas las personas presentan los mismos síntomas y muchas veces tienden a esconderlos de sus seres queridos para no preocuparlos. La depresión es una realidad y no se soluciona simplemente cambiando de actitud o pensando en las cosas buenas que tenemos, eso suelen decirlo las personas que no están pasando por esta situación.
Para comenzar debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo, identifiquemos lo que nos molesta, si nuestro cuerpo se siente diferente es una señal de la cual debemos estar atenta. Si también notamos que nos cuesta mucho realizar cualquier actividad es otra señal.
Pero no te preocupes no estás sola, es importante que tengas presente tus redes de amigos y familiares para que les comentes como te sientes, por lo general ante la depresión se busca la soledad y esto hace que no podamos debatir nuestros pensamientos negativos.
Recuerda que la depresión es una enfermedad y debe ser cuidada como cualquier otra enfermedad, solo que en este caso los cuidados son más especiales ya que se adaptan a las necesidades de cada persona. No tengas miedo a buscar ayuda, en tus amigos, familiares y profesionales.
Es importante que tengamos en cuenta que la depresión se puede diagnosticar si los síntomas tienen un largo tiempo de aparición y puede ser tratado por psicólogos y psiquiatras.
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