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23 de Noviembre
La magia de la libertad femenina es, en sí, la autonomía que todas nosotras las mujeres tenemos, de tomar nuestras propias decisiones, y ¡sí! Esto ha ido cambiando y evolucionando con el tiempo y ahora, más que nunca, nosotras podemos elegir quién queremos ser.
Por eso, Nosotras apoyamos a todas las mujeres que quieren ser empresarias, amas de casa, que quieren pagar la cuenta, proponer matrimonio, que quieren ser mamás o que simplemente no quieren serlo, porque para ser mujeres no se necesita seguir ningún libreto, ni molde.
Hoy queremos aplaudir a todas esas mujeres que firmemente deciden ser mamás, pero también queremos celebrar a aquellas que con valentía, amor y sobretodo libertad femenina deciden no serlo.
La maternidad es hermosa y llena de ilusión los corazones de muchas mujeres, porque les permite dar vida y formar un hogar. Y esto, al igual que muchas otras cosas en nuestra vida, es una elección que cada mujer toma desde su libertad femenina.
Así como tenemos la autonomía de elegir qué ropa usar hoy, como mujeres, somos totalmente libres de tomar la decisión de ser o no mamás y esto no nos hace menos mujeres. Está bien querer ser la mamá de Laura o Valentín, está bien ser la mamá de un amigo de cuatro patas, está bien querer vivir sola y no querer ser mamá, está bien cualquier decisión que tú tomes, simplemente ¡hazte responsable y empieza a vivir tu vida libremente!
Algunas mujeres toda la vida han querido ser mamás, saben más o menos a qué edad lo quieren ser, cómo van a nombrar a sus hijos y dónde van a vivir ¡y eso está bien! También hay chicas que tienen otras prioridades en la vida, asumen que van a ser mamás en un futuro, pero cuando cumplen 40 años se dan cuenta que realmente, no querían serlo.
Ser mamá debe ser una decisión que se tome con total libertad femenina, es decir, que no influyan los comentarios de tus amigas, familiares o padres, pues al fin y al cabo es tu vida, y tú debes decidir la mejor forma de vivirla.
Si alguna vez te has preguntado si realmente quieres ser mamá, lo mejor que puedes hacer es reflexionar y analizar sobre tu vida y tu futuro respondiendo a estas simples preguntas.
¿Crees que puedas tener la estabilidad económica para darle todo lo que necesita el bebé?
¿Te sientes presionada por tu familia, tu pareja o tus amigas, pues ellos piensan que simplemente debe suceder?
¿Crees que estás preparada para hacer un cambio en tu vida personal, social y laboral para adaptarte a cuidar a tu hijo?
Respondiendo estas preguntas te puedes dar una idea si es lo que realmente deseas. Por otro lado, no necesariamente debes saberlo en este momento, no hay una edad exacta para ser madres, siempre y cuando estés preparada y quieras serlo. No te agobies ni te preocupes, pues el miedo también es un factor que puede alterar esta decisión.
Si por el contrario, ya has elegido que no quieres ser mamá, ¡no tienes por qué sentir culpa por esto! Lo más importante es que tu elección sea informada y a consciencia, de esta manera, puedes enfocar tu energía y tu amor en algo que te guste completamente. Eres libre de ser lo que quieras ser ¡Qué viva la libertad femenina!
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