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23 de Agosto
Algo que a todas nos ha pasado alguna vez, es que nos llega la menstruación justo en un día importante o que tienes que salir de casa y realizar labores importantes; no sé porque pasa, pero ¡pasa!
Por lo tanto hay que realizarlos o salir aunque no queramos, ni levantarnos de la cama. Un día como esos lo tuve yo, normalmente al ser irregular no me espero el día en que me vaya a bajar, pero tuvo que ser justo el día que tenia un paseo de fin de curso con mis compañeros del colegio, con todo organizado e íbamos a pasar el día en piscina, juegos grupales, etc., ¡No podía dejar de ir, ya que se trataba del último paseo que tendríamos! pues ya culminamos los años de colegio, por lo tanto, hasta esa época solo había utilizado toallas y no tampones, no tuve más remedio que utilizarlos, sin embargo sentía un poco de miedo puesto que no sabía ni como usarlos, ni cómo se sentía.
La tarde anterior al paseo, me empezaron los cólicos y todo lo demás anunciándose que ya me iba a llegar el periodo, por eso en ese momento salí a comprar unos tampones. Al día siguiente iban a pasar a recogerme en mi casa temprano, así que leí las instrucciones muy de prisa y no sabía cómo utilizarlos; me había demorado horas intentándolo, sin embargo, no lo había logrado; y si no salía, me iban a dejar mis amigos, así que con el último intento que realicé y echando a perder algunos tampones, salí de casa algo incómoda.
Todo el viaje me sentí incomodísima, me daba miedo de pronto mancharme a pesar de estar con un tampón, por lo mismo utilicé además un protector diario por si las moscas aunque parezca algo tonto. Con todo y ese trajín del viaje, cuando llegamos yo solo quería ¡sacarlo ya! Y bueno llegó la hora de meternos a la piscina, fue lo más preocupante, pues temía de que al entrar iba a manchar todo el agua e iba a parecer una laguna sangrienta a mi alrededor, pero con miedo y todo entré junto con mi mejor amiga.
Al principio sentí todas las miradas sobre mí, pero después, al ver todo normal y tranquilo, pude disfrutar el momento y finalmente llegó la hora de salir de la piscina e ir a comer algo, fue el momento más glorioso puesto que salí corriendo a bañarme y secarme el tampón que traía puesto, y al hacer esto me sentí algo tonta pues ¡me había preocupado por nada! además de incomodarme todo el camino, ya que hasta ese momento no me había bajado ni un poco.
Con esto aprendí y te quiero dar el consejo a ti, que aunque te llegue inesperadamente y tengas que utilizar algún producto que no habías utilizado antes, lo debes hacer con toda normalidad, calma, leyendo instrucción y relajándote porque sino sentirás preocupación por algo que es normal ¡y que a todas nos pasa!
Por eso: Aquí te dejo en resumen las lecciones de mi chistosa historia:
Puedes contar con tus amigas o tu mamá, ellas te pueden orientar en tus dudas.
Intenta probar estos productos antes de algún evento especial. Para que así tengas más calma y puedas intentarlos tranquilamente.
Puedes seguir reseñas o artículos aquí en Nosotras Online sobre consejos para ponerte este tipo de productos. También puedes ver videos de Sophi By Nosotras.
No te preocupes si quizás te manchas, ¡No pasa nada! Es algo que todas vivimos y no debemos sentir vergüenza, obvio que podemos estar preparadas, pero si hay un descuido, no será el fin del mundo.
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