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Para muchos hombres que van a ser padres el miedo más grande, si han vivido una relación de amistad y momentos afectuosos con su pareja, es el pensar en que las mujeres van a dejar de ser tan cariñosas, para tornarse malgeniadas y hasta odiosas con ellos.

Sin embargo, lo que ellos muchas veces desconocen es que su pareja está pasando por una etapa de cambios hormonales que hacen que su humor pueda alterarse constantemente: algunas veces puede ser tan cariñosa y graciosa, como otras llegar a enojarse por cualquier tontería o sin ninguna razón. Pero lo que más los puede confundir, es que pueden llegar hasta puntos exagerados en que si en un segundo estaba alegre, en el otro puede echarse a llorar o irritarse.

El embarazo es una etapa en la que la mujer empieza a tener cambios a nivel físico y emocional, por lo cual, su estado de ánimo puede verse alterado, tal como si se estuviese en una montaña rusa.

Para muchas mujeres saber que van a ser madres se vuelve una alegría inmensa, pero con el paso de los meses también puede sentir otras emociones como el pánico por no saber cómo será todo con la llegada del bebé, el miedo a que llegue el día del parto y no tener idea de qué tan fuertes serán los dolores. Pero también, pasan por un momento en que su autoestima baja, debido a que creen que por ganar peso, no tendrán la misma recepción de sus esposos, que ya no sentirán deseos por ellas. Y esto también llegan a desconocerlo ellos, y es una de las explicaciones de porqué se tornan irritables ante su presencia.

Por otro lado, entre los cambios físicos que sufren, se encuentran las náuseas, que para muchas mujeres llega a ser uno de los peores síntomas de esta etapa. Y es que ¿a quién le gusta vomitar? Y esto se da porque el sistema digestivo de ellas lleva a cabo este proceso de manera distinta, por la presencia de las hormonas del embarazo.

También aumenta la producción de sangre (más o menos se incrementa de un litro a litro y medio), debido a la necesidad del intercambio y transporte de nutrientes al feto; lo que le da a la piel de la mujer ese aspecto rosadito y saludable.

Debido a todos los cambios mencionados, es una etapa en que el hombre debe ser mucho más tolerante de lo que cree que ha sido, de tal forma que le brinde a su pareja el apoyo que requiere para que dichos cambios se produzcan en una mejor manera y se reflejen con menos impacto en su ánimo, porque sí digo con mucha seguridad: es del hombre de quien depende que la mujer sea irritable o no.

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