¡Tengo una infección urinaria! ¿Qué debo saber?
Es probable que en algún momento hayas experimentado una leve molestia al orinar, lo cual puede generar algo de ardor e incomodidad. Esto suele ser causado por una infección urinaria leve, una condición más común de lo que se cree y que puede afectar a mujeres de todas las edades.
Sabemos que tienes mucha curiosidad de entender cómo es que alguna vez te llegó a dar una infección; si es así, quédate y sigue leyendo porque aquí te contamos qué son, cómo se producen y cómo tratarlas o prevenirlas, porque, te aseguramos que conocerlas, ¡es el primer paso para evitarlas!
¿Qué es una infección urinaria (IU)?
Una infección urinaria es una condición causada por bacterias que ingresan al tracto urinario y se propagan hasta la vejiga. En algunos casos, estas bacterias pueden alcanzar los riñones, los uréteres y la uretra. Las infecciones leves suelen afectar solo la vejiga, pero si la infección alcanza los riñones, es crucial prestarle atención ya que puede presentar complicaciones más serias.
Factores de riesgo para contraer una infección urinaria
Así es, las mujeres son más propensas a experimentar una infección urinaria que los hombres debido a que su uretra es más corta, lo que facilita el ingreso de las bacterias a la vejiga. Sin embargo, ser mujer no es el único factor de riesgo. Hay otros factores que también deben ser considerados:
Los antecedentes previos de infecciones urinarias te hacen más propensa a volver a padecer la afección, porque tu vejiga está mucho más sensible y puede ser que algunas bacterias nunca se hayan ido del todo.
Una vida sexualmente activa puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones urinarias. Esto se debe a que durante las relaciones sexuales, las bacterias pueden introducirse más fácilmente en la uretra y la vejiga. Además, si no se orina después del sexo, estas bacterias pueden permanecer en la vejiga y la uretra, aumentando aún más el riesgo de infección. Es importante tomar medidas para reducir este riesgo, como orinar después del sexo y mantener una buena higiene íntima.
Ciertos métodos anticonceptivos como el diafragma o los espermicidas, afectan la flora vaginal causando irritaciones en la uretra y aumentando el riesgo de contraer infecciones.
Un sistema inmunológico débil puede hacer que nuestra capacidad para combatir ciertos agentes infecciosos sea menor. Además, una regeneración más lenta de los tejidos disminuye nuestra capacidad para eliminar las bacterias invasoras. Por lo tanto, tener un sistema inmunológico comprometido aumenta el riesgo de desarrollar infecciones urinarias y otras enfermedades. Es importante mantener un estilo de vida saludable y fortalecer nuestro sistema inmunológico para reducir este riesgo.
La presencia de ciertas condiciones médicas como la diabetes o enfermedades de riñón debilitan el sistema inmune y hacen que la cantidad de glucosa en la orina aumente, lo que favorece la expansión de las bacterias; además de que el pH de la orina se altera.
La mala higiene es sin duda uno de los factores que más favorece la aparición y el desarrollo de las bacterias dentro de nuestro organismo. Esto suele ser mucho más común en las niñas que están aprendiendo a ir al baño.
Aunque no es el factor de riesgo más determinante, la edad sí influye en la aparición de infecciones urinarias. A medida que envejecemos, la anatomía del cuerpo cambia y la Zona V puede verse afectada, lo que favorece la proliferación de bacterias. Por lo tanto, las personas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones urinarias. Es importante que las personas mayores estén atentas a los síntomas y busquen tratamiento médico si experimentan algún signo de infección urinaria.
Síntomas de las infecciones urinarias
¡En todas Nosotras se puede ver diferente! Porque nuestro cuerpo responde de maneras diversas; lo que sí es cierto es que hay algunos síntomas muy comunes que es probable que todas alguna vez hayamos experimentado:
Dolor o ardor al orinar.
Necesidad frecuente o urgente de ir al baño.
Orina turbia, con sangre o con mal olor.
Dolor en la parte baja del abdomen o en la espalda.
Sensación de presión en la vejiga.
Aunque los anteriores síntomas son los más comunes, cuando tienes una infección urinaria leve que se instala en la vejiga, puede ser que si esta avanza hasta los riñones por un mal cuidado, experimentes síntomas como:
Fiebre.
Náuseas y vómitos.
Dolor general del cuerpo (más concentrado en la espalda y el abdomen bajo).
Escalofríos.
Tratamiento de las infecciones urinarias
El tratamiento de una infección urinaria generalmente implica el uso de antibióticos para eliminar las bacterias causantes. Aunque las infecciones urinarias rara vez son preocupantes, es importante seguir el tratamiento adecuado y completar el curso completo de antibióticos recetados por el médico, incluso si los síntomas han disminuido o desaparecido. Esto asegurará que el cuerpo tenga mejores herramientas para combatir posibles infecciones futuras y reducirá el riesgo de que la infección vuelva a aparecer.
Aunque los antibióticos son la punta del iceberg y, sin duda, lo más esencial en un tratamiento infeccioso, hay otros cuidados y hábitos que serán de mucha ayuda en todo este proceso para combatir todas las bacterias.
Prevención de las infecciones urinarias
Por ahí dicen que es mejor prevenir que lamentar y esta frase sí que cobra sentido cuando se trata de mantener bien nuestra salud íntima. Ninguna de Nosotras quiere tener una infección urinaria, así que, para que definitivamente le digas a las bacterias, ¡¡aquí no es!!, te dejamos estas recomendaciones que te serán de mucha ayuda:
Mantén una excelente higiene: recuerda tener un jabón especial para tu Zona V siempre que te bañes, así estarás siempre limpia y fresca, evitando que las bacterias se acumulen y multipliquen.
Bebe suficiente agua: esto no solo te ayudará a mantener una excelente hidratación, sino que también favorecerá la expulsión de bacterias a través de la orina.
Orina después de tener relaciones sexuales: todas las bacterias que se pudieron haber acumulado en tu tracto urinario, se expulsarán a través de la orina, por lo que es esencial que incluyas este hábito.
Evita usar productos de higiene menstrual por un tiempo muy prolongado: las Toallas Higiénicas, los Tampones y los Protectores Diarios, son excelentes aliados en tu vida cotidiana, pero debes tener presente que cambiarlos con frecuencia es necesario para mantener una excelente higiene de tu Zona V y prevenir posibles infecciones.
Una buena higiene íntima va más allá de una adecuada limpieza. También es fundamental cuidar las parejas sexuales, ya que compartir flujos puede no solo causar infecciones, sino también enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Causas comunes de las infecciones urinarias
Las infecciones urinarias suelen ser causadas por bacterias, siendo la Escherichia coli (E. coli) la más común. Esta bacteria ingresa al tracto urinario a través de la uretra y se multiplica en la vejiga. Las causas más comunes de esta entrada de bacterias al cuerpo incluyen:
Actividad sexual: como ya lo mencionamos antes, la actividad sexual puede facilitar la entrada de bacterias al tracto urinario por medio de la irritación y la fricción durante las relaciones; por eso, te recomendamos siempre cuidarte con condón, además de que también te protegerás de contraer una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).
Anatomía femenina: la uretra femenina está ubicada cerca de nuestro ano, lo que aumenta el riesgo de contaminación bacteriana del tracto urinario, principalmente en las niñas que están aprendiendo a ir al baño cuando aún no saben limpiarse correctamente.
Factores hormonales: los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, pueden aumentar el riesgo de infecciones urinarias en mujeres al alterar la cantidad y la composición del moco vaginal y la flora bacteriana.
Obstrucción del flujo urinario: en algunas ocasiones el flujo de la orina se puede ver afectado por cálculos, estrechamiento de la uretra u otros problemas estructurales que dificultan la eliminación completa de la orina y crean un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano.
¿Qué hacer para mejorar los síntomas de las infecciones urinarias?
Además del tratamiento con antibióticos recetado por tu médico o ginecóloga de confianza, puedes tomar algunas medidas caseras para aliviar el malestar causado por la infección. Aquí te presento algunas sugerencias:
Aplicar compresas calientes en el abdomen puede ayudarte a minimizar un poco el dolor, similar a lo que haces cuando tienes cólicos menstruales.
¡Toma mucha agua! Debes beber suficientes líquidos para que las bacterias vayan fluyendo a través de la orina.
Algunos medicamentos de venta libre pueden ayudarte a aliviar el dolor e incomodidad.
Tipos de infecciones de las vías urinarias
¿Tipos? ¡Así es, chicas! Las infecciones urinarias se pueden dividir en diferentes tipos, cada uno con características distintas y síntomas específicos. Estos son los más comunes:
Cistitis: esta es la forma más común de infección urinaria en mujeres y causa la inflamación de la vejiga. Los síntomas incluyen dolor o ardor al orinar, urgencia y mayor frecuencia para ir al baño, orina turbia o con mal olor, y dolor en la parte baja del abdomen.
Uretritis: es una infección de la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia afuera del cuerpo. Los síntomas más comunes incluyen dolor o ardor al orinar, picazón en la uretra y flujo de color extraño. Es importante buscar atención médica si se experimentan estos síntomas para recibir el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
Pielonefritis: es una infección del riñón que generalmente se desarrolla como resultado de bacterias que se han propagado desde la vejiga o los uréteres hasta los riñones. Los síntomas pueden incluir dolor intenso en la parte lateral o posterior del abdomen, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. Es un tipo de infección más grave y delicada que la cistitis, por lo que es importante prestar atención a los síntomas desde el principio y buscar tratamiento médico adecuado.
¡Estoy embarazada! ¿Cómo afecta la Vaginosis Bacteriana a mi bebé?
Es importante destacar que la Vaginosis Bacteriana (VB) es una infección vaginal común en las mujeres, pero durante el embarazo puede aumentar el riesgo de complicaciones como parto prematuro o bajo peso del bebé al nacer. Por esta razón, es crucial que cualquier mujer que experimente síntomas de vaginosis bacteriana, especialmente durante el embarazo, busque atención médica para recibir un tratamiento rápido y eficaz. Esto ayudará a reducir el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
¿Existe una cura para la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana se puede tratar con antibióticos, sin embargo hay un tratamiento específico para cada caso, porque, de nuevo les recordamos que todos nuestros cuerpos son muy diferentes y debemos tomar en cuenta las patologías de base que tenemos cada una de Nosotras, por lo que es importante consultar con un médico antes de automedicarse, especialmente durante el embarazo, para evitar posibles complicaciones.
Ya que sabes todo lo que necesitas sobre las infecciones urinarias, sabemos que empezarás a ser mucho más cuidadosa con tu Zona V y, aunque las infecciones suelen ser muy comunes entre las mujeres, no debemos normalizarlas porque nos generan incomodidad y pueden afectar nuestra calidad de vida.
Fuentes
Recomendados para ti
Déjanos tus comentarios