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Un placer sagrado.

Pensar en la sexualidad como una actividad espiritual, puede parecer un poco extraño, incómodo e incluso incompatible, pues la sociedad y el modelo en el que vivimos, no considera la espiritualidad y la sexualidad como lo que realmente son: dos fuerzas que se complementan y coexisten entre sí.

La realidad es que socialmente hablando, se ha visto la sexualidad como algo que se debe ocultar, que es vergonzoso, obsceno o simplemente un tabú. Pues la sexualidad siempre será necesaria y no solo para la supervivencia o por el ciclo normal de la vida, sino porque es mucho más que un acto físico; es estar presente en el aquí y el ahora, en el momento exacto, estar presente en cuerpo, alma y mente, vivir plenamente esas sensaciones y energías que se transmiten y los sentimientos que surgen, es principalmente entender y vivir ese lenguaje físico.

Muchas dificultades en relaciones de pareja, surgen como consecuencia de la falta de conexión espiritual con el sexo y con el otro. Es por esta razón, que en ocasiones se empiezan a tener experiencias sexuales vacías, donde se siente un tipo de soledad emocional y un vacío espiritual.

La sexualidad espiritual se da a partir de la intimidad sexual, donde se logra conectar con el otro, más allá de lo físico, principalmente desde lo espiritual. El acto sexual consciente logra abrir el alma para intercambiar fuerzas energéticas y así revitalizar las emociones, generando una sensación de vida plena y significativa.

En este caso, la sexualidad se da como algo más que una liberación sexual o física y mucho más que dos personas teniendo experiencias espirituales, se refiere a lo emotivo, lo físico, lo intelectual y lo espiritual, celebrando así la fuerza energética que invita a trascender.

Para crecer de manera espiritual y sexual se debe dejar atrás todas las creencias que generan sentimientos de culpabilidad y empezar a valorar estos momentos íntimos con tu pareja. Se trata de decidir conscientemente y de aceptar el placer, darle a esto un poco de sentido y prioridad en la vida de cada uno, de cuidarse física y emocionalmente, de sacar el tiempo necesario para crear momentos, de realmente celebrar, sentir, vibrar, gozar, vivir, compartir, fusionarse, ser, eso es realmente espiritualidad sexual.

Aventúrate a sentir y entender que más allá de las creencias, está el encontrarte a ti misma y entregarte a tu pareja por completo. Si te gustó lo que acabas de leer compártelo con los demás.

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